La cánula SPROTTE® (púnta lápiz) es la primera cánula espinal atraumática del mundo. La punta cerrada en forma de ojiva desplaza el tejido de la duramadre sin lesionarlo, reduciendo drásticamente la incidencia de cefaleas postpunción dural.
La punta Quincke (a) deja heridas de mayor duración que la punta Sprotte (b) en la punción de la duramadre.